En una jugada estratégica para disputar protagonismo en el sector de lanzamientos espaciales, la Agencia Espacial Europea (ESA) ha decidido encargar a la empresa italiana Avio el diseño de una nave inspirada en la Starship de SpaceX. Para ello, ha desembolsado 40 millones de euros de partida para poner en marcha el proyecto.
El objetivo es claro: adaptar el concepto de etapa superior reutilizable —pieza clave en la filosofía de SpaceX— a una versión más compacta bajo estándares europeos. Avio tendrá 24 meses para elaborar los primeros planes y definir cómo será esta “mini-Starship”.
Aunque los detalles técnicos aún son escasos, los bocetos preliminares muestran una nave de unos 36,5 metros de longitud, lejos de los aproximadamente 123 metros de la Starship original. Se espera que funcione con motores de metano y oxígeno líquido, basados en la tecnología MR10, en desarrollo para el cohete Vega E.
Por el momento, el proyecto no contempla la reutilización completa desde el inicio: el primer paso se centrará en recuperar la etapa superior, no en toda la estructura. No obstante, si tiene éxito, representaría un avance importante para que Europa cuente con una opción competitiva frente a los gigantes del sector.
Este anuncio llega en un momento crítico, cuando la carrera por cohetes reutilizables pisa el acelerador. Con empresas como PLD Space emergiendo en España, Europa no quiere quedarse rezagada en lo que muchos consideran el paradigma del futuro espacial: reutilización, reducción de costes y autonomía en lanzamientos.